sábado, 7 de noviembre de 2015

desengaño


Es en la sala Espositivo, en calle Loreto y Chicote, homenaje a Loreto Prado y Enrique Chicote, dúo teatral que empezó a trabajar a finales del XIX. Pareja artística y real aunque nunca llegaran a casarse. A primeros del 36 se dio nombre a la calle actual. Allí se ha abierto recientemente esta galería, espacio para nuevos creadores. Es Desi Civera la joven artista que ocupa las paredes con un título sugerente, Desengaño. Las paredes son blancas, con cal tapando piedras bastas, algunas maderas. Recinto que se acopla perfectamente a lo expuesto. También una televisión emite un video. El que tomó la creadora filmando de frente a vecinos y habitantes de la calle cercana de tal nombre. Ante el video, libertad para reír o llorar, o simplemente para mirar. Y decir una palabra, lo que les sugiera desengaño. Esa palabra y un fotograma sirven para identificar a los retratados. Retratos en óleos sobre tabla, indefinidos, incompletos, diferentes, pequeños, y alguno grande. De mirada firme o tapada. El retrato como arte supremo de la pintura. El alma y algo más, aquello que solo ve el autor. Mi desengaño viene después, a escasos metros una muchedumbre hace cola, inmensa, para entrar a una de esas cadenas de ropa barata, se llama Primark. Nunca habrá colas para ver arte a pequeña escala, alejado de los grandes museos, pero arte mayúsculo en su idea y ejecución. No saben lo que se pierden.

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