jueves, 4 de junio de 2015

otra lisboa



Lo curioso abunda. Por diferente. Como la cervecería O Purista que es barbería y así empieza con dos sillones, esperando clientes. Luego la barra, luego un espacio para sentarse y luego unas escaleras para acceder a un salón con mesa de billar. Se bebe cerveza belga de esas abadías del siglo XI o cócteles y se corta el pelo. Se puede leer u observar o hacer nada mientras suena música de ambiente entre espejos y maniquíes vestidos. El local es vintage o algo más. También podrá usted beberla donde quiera hasta en un pequeño local, minúsculo, céntrico. Es la Ginjinha, bebida de guindas con brandy, agua, azúcar y canela, dicen que inventada por un gallego, fraile, Francisco Espinheira.
También hay rastros, como el de Ladra, se vende de todo, al lado del Panteón Nacional, reluciente y blanco. Se vende lo que en todos los rastros del mundo. Baratijas y libros, todo lo viejo que había por casa, ropa y basura. Todo junto.
LXFactory podría ser un rastro pero es un conjunto de antiguos almacenes/fábricas transformados en negocios, tiendas o restaurantes. La librería, Ler Devagar, no tiene nombre. Se elevan los libros hasta un techo inalcanzable. Se puede trabajar y leer mientras tomas algo a ras de suelo o en una plataforma estrambótica mezcla de antiguas maquinarias. Música ambiente. Cuelgan del techo artefactos que se mueven. Vigas desnudas y suelo de fábrica y estantes infinitos. El paraíso de lo diferente o de cómo vender revistas en un contenedor.
Las librerías de viejo abundan. Algunas abren hasta tarde y se vende de todo. Se venden volúmenes repetidos. El libro no vendido y mil veces impreso, es A rainha D.Leonor. La librería mas antigua del mundo también está ahí, a tiro de piedra, se llama Bertrand y data de 1732.
Otros poetas no tan famosos, con estatua, pero no tan presentes. A su pie se baila y se danza. Los callejeros bailones. Poeta del XVI. Antonio Ribeiro Chiado. En el barrio de ese nombre. También Sofía de Mello con su hada Oriana, presente en plaza o en paseo literario. También Natalia Correia, fumando. Son pasajes literarios escondidos para el que no anda. Como cuando nos llegamos a los muelles buscando algo que fue y ya no es. Pero nos sirve para descubrir la estación de tren, Alcántara-Mar y sus pasajes subterráneos llenos de Lisboa en grafiti. Y andando seguimos y nos paran para ofrecer el hachis o la marihuana, y nos vuelven a parar para ofrecer pulseras o collares, son los africanos, los que dicen de los españoles que antes hablabais mas y comprabais mas. Mejor con Zapatero, termina. Y seguir andando para llegar a meta y descansar.

No hay comentarios: