Me decepciona un tanto la novela. Quizás
por la fama que le precede y por los comentarios que adornan la contraportada. Dos
adultos ya jubilados visitan a su hija en Moscú. Surge la decepción, surge algo
que parece limar todo un pasado juntos. Una desilusión mezclada con lo que
vislumbran los personajes, una vejez que parece de repente anticiparse, que
pone en comparación lo anterior y lo venidero. Al final de la novela, corta, todo
queda en un malentendido. Correcta, nada más. Quizás sea hora de no dejarse
llevar por los vientos de cierta crítica.
Malentendido en Moscú. Simone de
Beauvoir. 1992
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