Para no parar, continúo con Stefan Zweig y a rebufo de “la impaciencia del corazón” leo estas dos novelas cortas donde la sorpresa sigue siendo la protagonista. Esplendido inicio el de Carta de una desconocida. Y no menos espléndido es el nudo que lleva a un desenlace ya conocido de antemano pero que inquieta el alma. Al igual que se inquieta y se pone alerta en la historia de Leporella, sórdida y oscura, veraz y humana.
Stefan Zweig. Carta de una desconocida. Leporella. 1927
sábado, 18 de mayo de 2013
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