sábado, 26 de enero de 2013

guadalajara


Nieva en Guadalajara, llueve a veces, los copos blancos no llegan a cuajar, los escasos paseantes se apresuran o se refugian. Dentro de la Concatedral la luz es escasa, al igual que la presencia, sólo nosotros. La penumbra deja ver un templo modesto donde destacan una Dolorosa de gran belleza y un Cristo yaciente a tamaño natural, obra de Fernando Cruz Solís, realizada en el año 1943. La capilla de Nuestra Señora de la Misericordia alberga una talla de la Sagrada Familia de interesante factura, por lo poco habitual. De ahí nos dirigimos al Palacio de los Duques del Infantado de impresionante fachada y magnífico patio, repleto de leones. Este palacio perteneció a la familia de los Mendoza, construido en 1480, fue escenario de varias bodas reales. Restaurado varias veces alberga el Museo Provincial, que recibe poca gente en este martes de enero. De todo un poco alberga la exposición permanente, pintura, escultura, monedas, objetos del campo, de las diferentes artes, cerámica árabe, visigoda,…una mezcolanza que parece no encajar pero que se ve con gusto. El sepulcro de Doña Aldonza Mendoza, de alabastro, de 1435, es una pieza ejemplar. Muestra un rostro sereno, de una noble que falleció a los 55 años, dicen que su vida, o más bien su matrimonio, fue un martirio,  lleno de maltratos e infidelidades. El rostro parece disfrutar de la paz eterna. Algunos cuadros más dejan a paso a la sorpresa de la exposición, dos tallas pequeñas, de mesa, que representan a la Virgen Niña con San Joaquín y Santa Ana, y a los primeros pasos de Jesús. Obras de detalles que pertenecen a Luisa Roldán, “La roldana”, escultora sevillana (1652-1706), una mujer en un mundo de hombres, donde sólo las reinas y las damas de la nobleza parecían escapar a la marginación. Sigue nevando y buscamos comida. Mientras, las voces se alzan hacia el cielo, y claman justicia, es la Asamblea de afectados por las hipotecas, que protesta ante una oficina del BBVA, contra un nuevo caso de desahucio en marcha, es María, 74 años, su pecado fue avalar la hipoteca de su hijo Pedro, nombres comunes, historias comunes en tiempos de derrota ante un sistema injusto y perverso. Pocos pero constantes en defensa de los indefensos. Encontramos reposo en el Casino provincial, calle Mayor, salón de bodas vacío, y sólo nosotros y el servicio. La decoración frontal augura celebraciones carnavalescas y bailes de máscaras. Mesas redondas a la espera de mayores convites, menú del día, plato caliente, patatas a la riojana, que no con chorizo, bien. Tranquilidad, sigue lo gélido fuera, dejó de nevar. La ciudad se duerme a la hora del mediodía, las voces callaron y todo sigue su curso, el frío no se detiene.

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