domingo, 14 de octubre de 2012

winchester jul-92 (2)



Son pocos los monumentos prehistóricos que se pueden visitar en general. Uno de ellos es Stonehenge. La prehistoria me queda tan lejana que la imaginación es insuficiente para plasmar algo de lo que allí podría pasar. Dicen que podría ser un templo de hace 3500 años, por el que la mano humana ha pasado para desviar, colocar, o incluso llevarse a casa fragmentos de las piedras que allí aparecen. No hay nada más allí, por eso la visita me deja indiferente y me quedo con la catedral de Salisbury, de imponente torre. Las vidrieras originales no aguantaron el paso de los siglos y las actuales ilustran el tema de “los prisioneros de la conciencia”. Probablemente les suena la canción, de Geoff Stephens, interpretada por The  New Vaudeville Band en origen, “Winchester Cathedral”. Las piedras no tienen conciencia y por eso no responden a la plegaria de la canción, “podrías haber hecho sonar las campanas, y así ella no se hubiera ido lejos,…”. Pero aún sin conciencia, la catedral de Winchester es también espectáculo del gótico. Allí se casó Felipe II con María Tudor y allí está enterrada la escritora Jane Austen. Capítulo aparte merecen el rey Arturo y Dover.

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