Son pocos los monumentos prehistóricos que se pueden visitar
en general. Uno de ellos es Stonehenge. La prehistoria me queda tan lejana que
la imaginación es insuficiente para plasmar algo de lo que allí podría pasar.
Dicen que podría ser un templo de hace 3500 años, por el que la mano humana ha
pasado para desviar, colocar, o incluso llevarse a casa fragmentos de las
piedras que allí aparecen. No hay nada más allí, por eso la visita me deja
indiferente y me quedo con la catedral de Salisbury, de imponente torre. Las
vidrieras originales no aguantaron el paso de los siglos y las actuales
ilustran el tema de “los prisioneros de la conciencia”. Probablemente les suena
la canción, de Geoff Stephens, interpretada por The New Vaudeville Band en origen, “Winchester
Cathedral”. Las piedras no tienen conciencia y por eso no responden a la
plegaria de la canción, “podrías haber hecho sonar las campanas, y así ella no
se hubiera ido lejos,…”. Pero aún sin conciencia, la catedral de Winchester es
también espectáculo del gótico. Allí se casó Felipe II con María Tudor y allí está enterrada
la escritora Jane Austen. Capítulo aparte merecen el rey Arturo y Dover.
Pastel de manzana en Airfriyer
-
Batir 1 huevo, un chorrito de aceite, otro mas grande de leche, una
cucharada de Royal y harina hasta que quede una crema. Pelar una manzana y
cortarla en ...
Hace 13 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario