martes, 4 de septiembre de 2012

cuentos


Perdió la palabra el Madrid cuando despidió a Valdano y se quedó con la furia, a veces silenciosa, la del entrenador, con eterno gesto de persona no satisfecha, y la de su estrella insolidaria, necia, infantil, y fuera de lugar. Pero para eso están los hombres dirigentes, para tomar decisiones, para equivocarse y para no saber reaccionar. Mientras el señorío del club toca fondo, ¿existió alguna vez?, el fútbol vuelve a driblar a la realidad, a acaparar portadas más de corazón que de balón y a interesarse por el enfado del genio cuando la sociedad naufraga en la crisis, económica y algo más. ¿Para cuándo los medios de comunicación dejarán de servir de amplificadores de lo absurdo? Y bien que informen de la actualidad pero que sean críticos con la tontería y las poses. Cuestión de negocio quizás. Mientras llega el desenlace de esta historia me quedo leyendo a León Felipe, a quién recomiendo entregarse para no perder el tiempo en la maraña de lo innecesario:

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen los cuentos…
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos…
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos…
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos…
Y que el miedo del hombre…
Ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos…
Y sé todos los cuentos.

León Felipe (1941-42-44)

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