domingo, 14 de agosto de 2011

la verdad es que sí

Va a tener razón el diputado del PSOE que dice que pedirá subvención en el transporte madrileño para los participantes en las jornadas del orgullo gay tras ver cómo este descuento se aplica a los jóvenes que acuden a Madrid a ver al Papa de Roma. Yo como colectivo individual me apunto a pedir una subvención a título de ciudadano, persona, ser humano, no englobado en ninguna comunidad, quizás perteneciendo a esa de los hastiados de que nos tomen el pelo los gestores del dinero público. Cansado de mirar al cielo y encontrar la nada en vez del todo, mi fe apunta a los humanos, en quienes confío para seguir en la vía de mejora del futuro, siempre y cuando las decisiones sean sensatas, apunten al bien de la comunidad, no creen agravios y vayan dirigidas a mejorar la situación de los más desfavorecidos, entre los que no creo que se encuentren los jóvenes peregrinos. Aplicando la sensatez retiro la petición de subvención a mi persona y me quedo a la sombra del sol, en la búsqueda de nuevos caminos para encontrar un pedacito de cielo en la tierra, es decir, cómo entender a los que se empeñan en no ser entendidos. Creo que pido poco.

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