lunes, 15 de agosto de 2011

huelga

El fútbol no cambia tras el parón del verano. Llega el primer clásico, el balón es redondo y el campo es verde, los típicos comentarios, los tópicos de los anodinos comentaristas, las protestas, la falta de educación del público, los gestos del niño de pelo cano que juega a ser entrenador y la ruina económica que hace de la LFP una auténtica chapuza. Los dos de arriba lo serán más que antes y los de abajo estarán cada vez más lejos, deportiva y económicamente. La ruina de algunos clubes hace que los jugadores no cobren, y de ahí la convocatoria de huelga, apoyada por todos. Y la prensa deportiva, asustada por cómo encajar el calendario. Cuando lo importante debería ser que los trabajadores futboleros cobraran por hacer su trabajo, y que Hacienda cobrara, y que la Seguridad Social cobrara, y así hasta el fin. Pero dejemos lo importante de lado, como casi siempre. Por cierto, partido de vuelta en miércoles a las 11 de la noche, algo que no cuadra con eso de levantarse, acudir a un centro, oficina, etc., producir servicios o cosas y cobrar, es decir, trabajar. Y es que seguimos siendo país sin prioridades.

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