jueves, 21 de julio de 2011

fachenda

Aunque parezca increíble, dicen los expertos que se pierden lenguas. Y de entre las que todavía quedan se pierden las palabras, más bien se guardan en el cajón del olvido. Y la lectura, de vez en cuando, saca la palabra ahogada a la superficie. Leyendo a Josep Pla descubro una nueva palabra, fachenda. Dice el escritor: “el público de las corridas de toros, es, en general, muy fachenda, o como mínimo, le aumenta la fachendería”. Quizás el término se le pueda aplicar a Camps. El poder te puede cambiar, dejándote un lastre que te hace olvidar tus orígenes. Y la obsesión por el vestir, por el lujo, y esa atención permanente al escrutinio de las cámaras y de los micrófonos te pueden hacer otra persona. El destierro político le debería venir bien a Camps y volverle modesto, antónimo de fachenda, o vanidoso.

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