domingo, 10 de abril de 2011

libertad de juicio

¿Cómo es posible que la marcha contra ETA de ayer en Madrid se transforme en una manifestación contra el gobierno? ¿Y que se pida la muerte para Zapatero, la prisión para Rubalcaba o se vean pancartas con ZP=ETA? Todo porque existe la libertad de expresión. Y que nunca nos falte. Decía Azaña, 20 de octubre de 1935, meses antes de la victoria del Frente Popular, en el célebre mitin de Comillas en Madrid, que no estaban dispuestos a renunciar a la libertad de juicio ni a la independencia de espíritu. Desgraciadamente no todos los que se expresan tienen el juicio en su sitio, es decir, no son juiciosos, es decir, no son sensatos. Poco juicio en la manifestación de ayer, poca sensatez en la presentación de candidatos, imputados por presuntos delitos, para las municipales y autonómicas, y poco juicio en los eurodiputados que quieren viajar lejos de los turistas en los aviones, es decir, dos filas más allá. Juicio y sensatez, más bien su falta, que atentan contra las más elementales normas de respeto a la sensatez de muchos ciudadanos.

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