domingo, 24 de octubre de 2010

micros

Seguimos con las palabras, aquellas que algunos micrófonos amplifican para que los sonidos lleguen más lejos. Hay adjetivos, como el de absoluto, que hay que emplear adecuadamente. Merkel, la canciller alemana, dijo esta semana que “los esfuerzos por construir una sociedad multicultural en Alemania han fracasado absolutamente”. No sé a qué vienen esas palabras, no sé cuál es el objetivo, pero los amplificadores han hecho que las palabras vuelen y la gente piense. Debería haber matizado Merkel cuál era el objetivo inicial de la multiculturalidad. La sociedad perfecta no existe, lo sabemos, pero el esfuerzo nunca debe considerarse como algo vano. Habría que preguntarle a las miles de parejas nacidas de esa multiculturalidad, mestizaje o como se le quiera llamar, qué opinan del absolutismo de las palabras. Los micrófonos no están al alcance de los mortales, sigamos con los presidentes, en este caso, el de Ecuador, Correa, los ha utilizado para lanzar un mensaje de esos que pasan desapercibidos entre las páginas de internacional de los periódicos. Textualmente: “En Europa hay unas hipotecas bien peculiares, que atentan contra los derechos humanos”. Se refiere a los problemas que están teniendo muchos de sus compatriotas para seguir pagando cuotas en plena crisis laboral. Suena duro mezclar derechos humanos y banqueros, pero Correa lanza la botella para que alguien la recoja. Imposible lo de luchar contra los bancos, intocables, sagrados y algo más, y volviendo al adjetivo inicial, si alguien se acerca hoy en día a los monarcas absolutistas de antaño, son ellos, los que mandan a base de prestar el dinero a gobernantes y ciudadanos.

No hay comentarios: