domingo, 25 de julio de 2010

en el día de santiago

La autodeterminación de un país suele ser objeto de celebración. Kosovo ha recibido el espaldarazo del Tribunal de Justicia Internacional con la resolución que declara que la declaración de independencia no viola el derecho internacional. Los ciudadanos de Kosovo lo celebran. Ni son los buenos, ni los serbios son los malos. Simplemente, ahora, los kosovares son más libres para tomar sus propias decisiones, sobre todo para depurar las malas hierbas que crecen en todo país, sea libre o no. Al día siguiente de la resolución, el gobernador del Banco Central de Kosovo es detenido por corrupción. Buen ejemplo. Aquí le damos vueltas a si esa declaración de Kosovo afectó, afecta, o afectará a nuestro sistema de autonomías. Pues claro que afecta, pero vendarse los ojos a veces es fácil aunque a la larga sea inútil. Como se vendaron los ojos algunos monitores de campamentos de Euskadi y Cataluña que impidieron que sus monitorizados, los niños, vieran la final del mundial. Incluso alguno mintió diciendo que había ganado Holanda. Viva la libertad. ¿Cuál era la alternativa de un domingo a esas horas? Se definen solos, lo malo es que a veces la venda no desaparece nunca y pasan sus días así, sin ver más allá de sus narices. A propósito de mundial, sigue la resaca, la copa, la falsa, se muestra en Madrid, colas y más colas para hacerse una foto. No lo entiendo como tampoco entiendo que el alcalde de O Carballiño (Orense) viaje a Alemania a declarar al pulpo Paul predilecto de su localidad, le lleve una placa que le hace mucha ilusión, al pulpo, una camiseta con su nombre, y de paso se toma unas cervezas, supongo. En fin, hasta que al votante se le termine la paciencia, como siempre. O al santo Santiago se le despierte la mente, haga caso al rey de España, e ilumine a los políticos. Después de esto no sé en quién depositar mi confianza.

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