sábado, 4 de julio de 2009

fiesta

Una marea humana recorre el centro de Madrid. Música, humor y mucho baile. La semana del orgullo gay alcanza su punto culminante la tarde del sábado con la gran parada que atasca el corazón de la capital, no de coches, sino de personas. Ávidas de diversión, anhelo infinito de fiesta, suena la música de Alaska, A quién le importa, lo que yo haga, lo que yo diga, y la música se para, que siga el público con el estribillo, que parece que el autobús se va a caer de tanto bote. Yo veo muchas ganas de pasarlo bien, se ve mucho amor, veo ganas de olvidarse de todo por un rato. Una carroza se llama “me da igual”. No sé a que se refiere, quizás a lo que piensen los demás, a los que quieren llevarse la fiesta de las calles. Se la podrán llevar, pero siempre habrá lugares donde seguir disfrutando de la libertad, donde seguir cantando a quién le importa.

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