mitos

El pasado sábado, 14 de Marzo de 2009, se pudo seguir por televisión el partido que enfrentaba al Athletic Club de Bilbao y al Real Madrid. Partido de esos que tienen de todo, empezando por goles y siguiendo por emoción, tarjetas y ambiente tenso. Partidos que gustan al gran público porque ocurre mucho en poco tiempo pero que dejan el alma un tanto encogida. Hay aficiones que parecen gozar de una imagen especial, basada en una historia que habla de señorío, de entendidos de fútbol y de respeto al rival. No parece que eso fuera lo que se vio en un sector de la afición rojiblanca que, fuera de toda norma de comportamiento cívico, se dedicó a insultar repetidamente al trío arbitral y a los jugadores rivales. Digo un sector, porque generalizar es injusto, pero a ese sector le delata la lectura de los labios, labios que sueltan improperios, a cada cual más fino, junto a espectadores que bajan precipitadamente las gradas para que le oiga de cerca el blanco de sus iras. Así que como generalizar es malo, dejémonos de hablar de aficiones modelo. Para modelos elijamos los buenos y no aquellos entrenadores que justifican su comportamiento basándose en los errores del colegiado, víctima de un desahogo colectivo, del público, del cuerpo técnico y hasta de los jugadores que siguen viendo manos negras y fantasmas de color blanco allá donde sólo hay fútbol y escasez de educación.