martes, 25 de noviembre de 2008
invisible
El amor pende de un hilo invisible, de ese que une almas que luchan por abandonar una soledad a la que parecen condenados. Igual que el niño busca la mirada de los padres, los que no defraudan, uno de los amantes busca la mirada de aprobación, ida y vuelta a través de ese hilo, fino, tenso, sólido, frágil, esperando el reflejo de vuelta que le reafirme en la idea de que el amor no le abandona.
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