Parece mentira pero ya el rostro es único, irrepetible, reconocible, y todo aunque cambie de ayer a hoy.
Si la sonrisa se mantiene y expande es ya otra cosa a la que no sé poner nombre.
Y tus sonidos pueden ser imitaciones de aquello que hacemos los mayores cuando nos volvemos niños.
E imagino que en tu cabecita se está fraguando que un sonido se junte a otro y grites algo que nos haga volvernos locos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario