Volver a ser un niño, pero de los pequeños, para los que la vida es pura sensación, contacto, piel, brazos, besos, no conocen la existencia de una obligación, ya llegará la orden, la necesidad de seguir la norma, el colegio, el horario, el dormir menos, todo eso, ya nacerá la rebeldía, el llanto.
Así que como niño grande y libre de ataduras me dejaré llevar, y a donde quiera que vaya, sin saber si llegaré, no tendré prisa por hacerlo.
Así que como niño grande y libre de ataduras me dejaré llevar, y a donde quiera que vaya, sin saber si llegaré, no tendré prisa por hacerlo.
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