sábado, 10 de mayo de 2025

vueltas

La cabeza me da vueltas, la gente no mira para acá ni para allá, están inmóviles. Nadie habla excepto una anciana, dice que es el gran día de la fe, pero yo no lo noto, para mí todo sigue igual, vivo en el camino, entre idas y vueltas. Cuelgan las lámparas del techo lo mismo que los brazos de los inmóviles mientras se instala un algo de primavera en la inmensa mañana que se abre. La quietud me recuerda a la guerra de los mundos, con esos monstruos gigantes cual arañas de patas metálicas. Pasan unos minutos, quizás sean muchos, y ahora no encuentro el techo mientras busco a la anciana y su palabra viva para salir del silencio.

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