Activarse en el terreno de juego, activarse de repente, ella, y luego volver, si no a apagarse, a iniciar una retirada, gradual, retirada de lo más álgido, de lo que denota su voz, del milagro de seguir, día tras día, hora tras hora, sin más horizonte que el hoy.
Ella jugando con la suerte, que salga cara, siempre esperando, ¿esperando qué?.
Las propias canciones lo dicen, lo dicen todo.
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