viernes, 19 de abril de 2024

confidente

Aviraneta preso en Zaragoza, 1840, tras ser liberado se dirige a Francia donde conoce a la que luego será su mujer. Allí establece comunicación con el confidente Jesús López del Castillo, o rostro pálido, que por hambre y por casualidad ejerce ese trabajo para un político.
Uno de los escenarios será Morella donde habrá más intrigas contra los carlistas que se preparan para el sitio del pueblo. El confidente fomenta la deserción y va ganando adeptos, llega la rendición.
Primero holgazán, luego confidente y finalmente trabajador, así se define. Aventuras por doquier como es habitual en las novelas del hombre de acción. Muy entretenida.

Los confidentes audaces. Pío Baroja. 1930

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