lunes, 22 de enero de 2024

césped

He visto de todo en el fútbol, he visto tanto que a veces me canso y a veces disfruto como si de repente mi yo fuera el de un ayer muy remoto. Por eso la polémica arbitral en boca de adultos me parece tan infantil que se antoja ridícula, insultante (por lo de la inteligencia que se nos supone a los humanos) y anacrónica. Los colores obcecan y nublan la mirada y la objetividad se pierde si es que alguna vez existió. Ese fútbol, que en el fondo debería importar una mierda comparándolo con lo que ocurre en la vida de verdad, llena páginas y minutos con energúmenos que gritan y vociferan. Para lo que vale ser mayor es para tomar distancia y no olvidar que ante la duda los grandes equipos siempre tuvieron a los árbitros de su parte, que se lo pregunten a los equipos pequeños y humildes que completan la competición entre los gallitos de siempre y que no tienen ni voz ni voto en los medios, lo demás es palabrería absurda sobre un simple juego que discurre sobre un césped de color verde.

 

1 comentario:

Irakasleak dijo...

El fútbol, droga dura de masas para dormirlarlas, y encima, como buena droga, corrupta por el dinero y el poder.