sábado, 30 de septiembre de 2023

salerno.1

Nos despedimos de Marco, siempre amable y dispuesto a ayudar. A pesar de ser domingo hay tanto tráfico como un día cualquiera y los pitidos no paran. Garibaldi es un hervidero de gente que viaja. Por fuera el tren Intercity 551 parece de los años 80, por dentro es cómodo, moderno y tiene aire. La gente tose y estornuda, vamos normalizando la vida. El sol sigue, el cielo también, la tierra no se movió, los árboles son verdes, la gente habla en italiano, pareciera que cantaran, y multitud de palmeras a ambos lados. Salerno nos recibe con calor y también nos recibe Enza en perfecto castellano, es lo que tiene un Erasmus en Cádiz y las ganas de conocer un país, nos dice qué hacer y vemos el mar desde la ventana. Se cumplen ochenta años del desembarco aliado en esta costa de Salerno, era Septiembre de 1943, los primeros días. 

Es hora de comer, Il Gozzo es un restaurante que hace honor a su nombre, lugar para disfrutar de los sentidos. A esas horas de la sobremesa la ciudad parece dormir, no hay gente, eso cambiará después. En la Catedral una preciosa cripta alberga los restos de San Mateo evangelista y un mensaje, Salerno es mía, yo la defiendo. Todos los hechos principales de la vida de Jesús están allí representados excepto su muerte. Un mármol con dibujos floridos completa el conjunto donde también reposa Gregorio VII. A destacar los púlpitos grandes y diferentes. En la parte más vieja aparece la ropa tendida, el contraste, la calle estrecha y el palacio abandonado que cobija a gente. Frases y poesía y dibujos por las calles, dice Italo Calvino, “Caminar presupone que a cada paso el mundo cambia en algunos de sus aspectos y también que algo cambia en nosotros”, lo suscribo y caminamos para descubrir luego dónde va la gente de Salerno y no es otro sitio que al paseo marítimo, largo, amplio, agradable, mar a la vista con barcos y aguas, con espacios de sobra para sentarse y con luces que ponen el entorno apropiado para escuchar “Smile”, ella canta y su perro parece escucharla.

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