miércoles, 9 de agosto de 2023

calima

Caras difusas que pueden ser las de cualquiera, será la calima que empaña la nitidez. Creo que también tiene que ver con la pandemia, la que alejó aún más el pasado, tan eternamente lejano, y que no aclaró todavía el futuro. Creo que también será culpa del calor, de la calle tórrida, dónde la pasión se esconde a cubierto, con ventanas abiertas, sin miedo a ser escuchados. Todo esto pasa en el mes de vacaciones de toda la vida, de cuando el uno de agosto lo era todo, y lo repito para que nadie se olvide. También pasa que nos conocemos sin mascarilla y vemos gestos desconocidos, nunca entrevistos. Y unas fiestas allá, tan lejanas como esa estrella perdida de la que aún vemos su luz cuando quizás ya no esté.

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