miércoles, 25 de enero de 2023

leyenda

Cuando ya era un anciano Di Stefano fue invitado a subir a un escenario para recoger un premio. Antes de recibirlo le dieron un balón para que diera unos toques pero el esférico no quería sino estar en el suelo. Los años no perdonan ni a las leyendas. En mis sueños no puedo correr con el balón en los pies o no llego a una disputa o ya sin rivales no encuentro el pase o la torpeza es tan grande que remato a las gradas. Una sombra de lo que fui si alguna vez fui algo.

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