Puede parecer anodino, un Qatar contra Ecuador, el partido inaugural, pero puede también que se convierta en algo grande, al fin y al cabo es fútbol, imprevisible tantas veces. Y aunque dicen que el fútbol sin pasión no es nada, que sin colores no es lo mismo, no hay que ser catarí ni ecuatoriano para disfrutar. Me atrevería a afirmar ahora a mi edad que la pasión ciega a veces. Será porque mi cuenta de partidos es infinita, será porque uno se acostumbra a esperar la jugada precisa y preciosa que puede que acabe en gol o no, pero que seguro revolverá todo. Y es que a veces mil llegadas al área valen tanto como el júbilo. Y si quiere alcanzar el climax puede ver una retransmisión de varios partidos, un multi, algo mágico, donde sólo emiten las grandes ocasiones y los goles que a veces se suceden frenéticamente en partidos que no se decantan nunca. Y todo eso sin ser ni blanco ni rojo ni azul. Y el comentarista acabará ronco porque hoy le tocó cantar tantos goles como estrellas en el cielo.
Berenjenas rebozadas
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Asar las berenjenas enteras en el horno. Dejar que se enfríen y quitarles
la piel dejando la parte de arriba como en la foto. Hacerles unos cortes y
estend...
Hace 4 semanas
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