martes, 25 de octubre de 2022

balón

El primer balón que llevé al colegio se pinchó en el patio, el primer día. Un recreo, decenas de niños corriendo, todos a una. Una planta o un arbusto, de esas que quieren defenderse llenando sus ramas de afilados salientes, seguro, casualidad. Era de goma, de pentágonos negros y blancos. Ya no botaba, ya perdía su esfericidad al tocarlo. No creo que llorara pero seguro me entristecí. Luego, más tarde, tuve un balón de reglamento, de tiras de cuero, precioso es poco adjetivo.

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