domingo, 5 de junio de 2022

ídolos

Un padre con su hijo al lado, la madre le da de comer en la silla de paseo, ambos sentados en el banco. El padre absorto en el móvil. La vida pasa, los pájaros cantan, tu hijo hace un gesto que nunca volverá a hacer y tú encerrado en esas mínimas pulgadas.


Hace una semana los ídolos vestían de blanco y daban patadas a un balón. Hoy los ídolos o ídolas están a cubierto del sol, en asiento, y firman libros. Esperando, en una cola interminable, las adolescentes y algo menos, en su mayoría chicas, esperan llegar a la carpa donde Alice Kellen, que nunca se llamó así, firma sus obras. Siempre es bueno leer.


Cantar, micrófono en mano, bailar, alegrar la mañana que empieza, todo entre los vaivenes y el traqueteo del tren. Ajeno a las energías cinéticas o a las fuerzas centrífugas, él lleva la suya propia.

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