martes, 29 de diciembre de 2020

hablar

Messi no quiere opinar sobre la pandemia, no es lo suyo, dice. Consecuente, no es un charlatán ruidoso de esos que rellenan con absurdos comentarios los medios de comunicación. Escuchar a Messi a ciertas horas de la noche incita al sueño. El entrevistador no ayuda tampoco, más preocupado en su condición de forofo por si se marchará el jugador o no. El protagonista parece buscar las palabras antes de soltarlas, todos lo hacemos, pero él aún más, de forma muy tranquila, lánguida, nada parece sacarle de quicio, no hay titulares ni primicias, sólo las palabras de alguien que realmente no quiere hablar, que se siente cómodo sin que le miren y que pide intimidad, y que sobre todo se siente pleno con la pelota en el césped. Lo demás sobra, a veces hasta las palabras.


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