Primero es un pájaro que llega, podríamos estar a las puertas del otoño. Circe, diosa, repara en el ave cuando eleva sus alas, y no, no puede alcanzarla. Volverá, quizás sea Marzo el que abre sus días mientras el aire se puebla de espíritus. Yo, narrador, que asisto a la escena, nada puedo hacer, en nada puedo ayudar, sólo mirar, abajo y arriba, parte de un cosmos infinito. ¿Buscarás a mi padre?, es mi grito, no sé si el pájaro entendió mis palabras.
(Escrito mientras escucho la música de Asomnu).
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