Premio
Nadal en 1976, me pregunto que cómo es posible que se trate de un autor
desconocido. Lo rescata del olvido Savater en un artículo en El País. Y
todo por un homenaje
que ha recibido en Guipúzcoa. Cuando nadie escribía sobre el terror de
ETA él lo hacía. Adivino de un futuro todavía peor. Cuando nadie hablaba
de lo que significaba la inmigración él lo hacía. Él planta las
semillas de la literatura que vino después, de la
que se lleva los honores en un ambiente de paz. Precursor. Todos
callaban y él escribía, y como se manifestaba era atacado. Ahora ya sé
la razón del olvido. Era uno de los otros, de los disidentes de la
versión oficial nacionalista. Seguiré leyendo su obra
ambientada en el País Vasco.
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