sábado, 2 de marzo de 2019

brighton de nuevo.1

Norwegian Airlines, compañía de bajo coste, poco espacio entre asientos, no me importa, lo que vale es que los motores del Boeing 737 funcionen y que los pilotos sepan lo que tienen entre manos. Móviles apagados, síndrome de abstinencia. Cielo azul, no llueve. Es viernes, por fin, o a Dios gracias, descansar volando. Quiero ver el mar y también oírlo. Se hace de noche aunque sea una hora menos. Entra con fuerza la novela de Carmen Rigalt. Amoríos, llenos de ellos, pero es que es lo que manda, es lo que nos mueve, es lo que nos persigue. Y en el aire cómo funciona el amor, me pregunto, mezclado con miedos, con vacíos también. Nos falta el suelo y no tenemos alas. La autora y los sentimientos de la protagonista, ella mortal, humana, con vida real y otra más real, donde se dibuja un corazón que palpita más que en la otra vida. 


Nos movemos ahí afuera y algo hace que nos movamos aquí dentro. Sopla algo con fuerza, escribir, cerrar, y volver a escribir. Y volver a leer. Todo seguido, otros escuchan música o hacen como que escuchan. Quizás se acabó el tema, la batería, o se cerró su mente, cayó en sueños. No saber la hora que es, no saber si estamos más aquí que allá. Oír un zumbido rutinario, y que no deje de oírse, la música sin melodía que acompaña un vuelo que antes o después aterrizará.
Toses, mocos, películas, bolsos, manos que se deslizan, ojos cerrados, pañuelos al cuello. Sortijas, anillos, antes se llamaban…cómo, me olvidé. Sellos, sí, porque valían para mojarlos en tinta y estampar iniciales de familia con letras llenas de filigranas, góticas o románicas, que nacerían del oro de muchos quilates.
Ahora sí, bajamos, no hay niebla, dicen que ocho grados, esto no es calor. Aterrizamos antes de tiempo, hemos corrido, acelerado, cruzado el continente y el canal, más rápidos de lo esperado.
Servicio de trenes de Gatwick a Brighton en obras. Alternativa Uber, Abdul es inglés, originaria su familia de Bangladesh. Ayer cenó paella, le gusta el fútbol, no entiende el Brexit y es musulmán. Y podemos hablar y comprendernos.
Nos esperan en el hotel, el motivo de nuestro viaje. Se apagan las luces mientras cenamos. Copiosa cena. Suena el cumpleaños feliz en turco, en otra mesa. 
Hora de descansar.

No hay comentarios: