sábado, 16 de septiembre de 2017

cataluña



“El mayor impedimento para vivir es la espera, porque dependiendo del mañana se pierde el hoy”. Séneca

Sigo con clásicos, “soy humano, nada humano me es ajeno”. Por eso puedo llegar a entender a los partidarios de la independencia catalana, lo cual no quiere decir que les de mi bendición ni mi apoyo. Asuntos de forma, muchos, pero sobre todo de fondo. No puedo participar de la deriva totalitaria que llegó al Parlament, para luego inundar de noticias y de urgencias los medios de comunicación con debates mal planteados y repetitivos. Mientras, quieren inundar las calles, esto es más difícil. No olvidemos que las mayorías suelen ser más silenciosas que coloridas y festivas. No salen de casa, salvo a trabajar y hacer su vida, no llevan banderas de colores y no se reúnen en esas masas que refuerzan un mensaje que no sé si todos y cada uno de los manifestantes sabrían defender o mantener individualmente. En fin, ya somos mayorcitos, en años de democracia, y sí, de libertad, para asumir las consecuencias de las decisiones tomadas y para ser esclavos de las palabras dichas.  Es triste que no haya un debate serio, de ideas, no de voces, de pensamientos, no de griteríos de bar. Da pena ver cómo se desperdicia el presente en aras de un futuro ideal, de mundo feliz, de valles verdes y ríos azules donde la vida exterior no afectará al buen hacer y al buen sentir de los nativos. Si se deja de buscar ese no se sabe qué, porqué no reparar en mejorar lo que hay, que no olvidemos, no es poco, sin pensar en procesos rupturistas, desproporcionados respecto a la situación o vida real de los ciudadanos. Veo a los mesías, alejados de la realidad, me parece que quieren buscar un sitio en los libros de historia con foto a todo color y música de fondo que suena épica y rotunda, personas responsables de procesos que normalmente traen consecuencias no poco traumáticas. Los que estuvieron antes que nosotros también pensaron sobre esto y aportaron sus ideas, no sé si soluciones. Si a usted no le gusta el término España, o le resulta sólo deportivo, utilice Estado Español. Curiosamente, la definición que sigue podría aplicarse a todo grupo que exceda la individualidad, desde una familia de dos hasta el planeta mismo.
Que es España según Laín Entralgo, “una suma de términos regida y ordenada por el prefijo con, una convivencia que sea confederación armoniosa de un conjunto de modos de vivir y pensar, capaces de cooperar y competir entre sí”.

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