Primero fue el padre, después la madre. El homenaje al primero dejó
una figura inconclusa, poco conocida, la de esposa abnegada. El autor ajusta
cuentas y rinde tributo a la memoria de ella, vida olvidada y recuperada
después, a golpe de recuerdo. Para que ambos puedan ser protagonistas, de la
misma historia, desde ópticas diferentes. Imágenes bien construidas, reales,
textos de letras de tamaño legible. Todo ayuda a que la lectura sea amena y
placentera. Otra forma de contar.
El ala rota. 2016. Antonio Altarriba y Kim
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