Libro pequeño, ilustrado. Creo que alguien confundió el objetivo. Los niños
se sorprenderán al leer ciertas cosas, o al escucharlas. Depende de la edad. Quizás
yo infravalore el pensamiento infantil. Quizás absorban algo. No sé. El libro
se va dejando un poso de belleza y desconcierto. Se me escapa de entre las
manos. Estoy intentando responder a algo que se pregunta el propio autor: “¿qué
dirán de mi poesía los que no tocaron mi sangre?”. Y no sé muy bien qué decir.
Pablo Neruda para niños. 1988
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