miércoles, 9 de noviembre de 2016

otoño



Una de esas composiciones del siglo pasado. Llueve sobre el corazón como fina agua. “Dibujando amor”. La cantaba Mocedades. Expresa la torpeza a la hora de imaginar el amor. De poner rostro a lo desconocido. Melodía posible, certera. Quizás esa melodía sea un esbozo de amor, cantado. La compuso Jose Antonio Lasheras, batería que acompañaba al grupo, luego componente. Si nos preguntaran que dibujáramos el otoño acudiríamos a colores ocres. A esa mezcla que quita y pone tonos alrededor. Árboles, hojas, caídas, cayendo, cielos azules, grises. Ana Martínez expone en el Retiro. Casa de Vacas. Forma parte del Salón de Otoño, organizado por la Asociación Española de pintores y escultores. Propio el lugar, otoñal. Y expone sólo un cuadro que titula Tiempo de Otoño. Y están los colores pero de otra forma, o está casi todo, pero con otras formas. Fabuloso. A su lado otros artistas. Siempre hay algo que ver. Un par de días antes la misma asociación termina otra exposición en La Vaguada. Alguien esconde unos zapatos entre las flores, luminoso. Ideas nuevas. Tiempo de expresar de forma diferente la realidad. En Caixa Forum objetos del British Museum, que vienen de la Edad Media. Los pilares de Europa se llama. Obras pequeñas en su mayoría, blindadas en vitrinas. Se complementa con obras del MNA y del Frederic Marés de Barcelona. Todo un descubrimiento el saber que existe éste último, y sus piezas escultóricas. Alguien puede pensar que los pilares se pueden tambalear. Y es que en la madrugada de la Almudena los votos hacen a Trump presidente. La realidad de los votos se impone, el recuento arroja al olvido encuestas y predicciones. Vuelvo a la música. ¿Qué será, qué será? La respuesta no está en el viento, está en el tiempo, que todo lo descifra.

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