domingo, 18 de septiembre de 2016

web



Donde la web no llega. A veces la hemeroteca no da más de sí. La digitalización universal puede esperar. No sé de donde saqué la noticia, el texto. De un libro, seguro. Pero no recuerdo cual. Un novillero, José Platos, de Bilbao, que se volvió loco a causa de su ascensión en globo. Hinchado de humo éste último, el pobre atado a una silla, amarrada a las patas de una mesa (la mesa puesta del revés hacía de barquilla). Quizás fuera el vértigo, que puede conducir al pánico, que puede conducir a alucinaciones, que puede conducir a un tiempo sin alternativa, a un albero sin arena y enrejado.

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