Me
gusta andar los caminos para no llegar. Y parar y descansar a la vera del
sendero. Y mirar atrás y no ver que el camino se ha perdido. Que se hizo de
noche y no vi que la luz me abandonaba. Tan encerrado que iba, tan lleno de
nada, tan viendo las nubes, tan negras, que pensé en la negrura de la noche,
que quizás había llegado.
domingo, 18 de septiembre de 2016
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