sábado, 13 de febrero de 2016

durana

El restaurante Quejana del hotel Canciller Ayala ofrece un gran menú a precio asequible en un entorno de tonos blancos con vistas a la Florida. Esto es de hace cuatro días como quién dice. En un lugar como Vitoria donde comer bien no es difícil, el lugar eleva el listón. El porqué del nombre de ambos se explica por el nacimiento en el pueblo alavés de Quejana del que llegara a ser Canciller del rey Enrique III de Castilla a fines del XIV. Un tataranieto, Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra murió en la cárcel de Burgos en el año 1524 donde estaba preso por su rebelión comunera contra el monarca Carlos I. Así perdió Salvatierra su señorío y se incorporó a la corona real. Es famosa la batalla donde los comuneros son derrotados, en Durana, ante las tropas leales a la realeza. Yo de Durana guardo el recuerdo de una nochevieja, de unos viveros, los Cengotitabengoa, todavía activos, propiedad de la familia de un compañero de clase, de una excursión en bici donde descubrí lo que era una pájara, y de un circuito de motocross, donde el barro se adhería a las prendas de los espectadores tras el paso de las rugientes motos. Pero el recuerdo mas duradero será el de un bar, en las inmediaciones, donde el niño de siete años que yo era vio en una tele en blanco y negro, colocada allá en lo alto cómo los brasileños se ganaban el mundial ante Italia.  Dicen que jugaba Pelé, el 21 de Junio del 70, yo sólo sé que estaba con mi padre y con mas gente, no sé bien qué hacíamos allí y si fue casualidad nuestra presencia o no. Nada más.

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