Espectáculo 27 años después. Mismo pabellón remozado y reconstruido,
mismos equipos y mismo resultado. Cuarenta y ocho minutos dan para meter las
mismas canastas, unos y otros. De Boston vienen los Celtics para enfrentarse al
Real Madrid. Un recinto a rebosar. Idas y venidas en la cancha. De jugadores,
de los que lo fueron, de bailarinas y de saltarines de colchoneta. Música y
sonidos de zapatillas sobre madera. Y aplausos. La NBA visitó Madrid de nuevo. Que
la siguiente espera no sea tan larga. Volvió Amenábar en forma de Regresión al
cine. Correcta nada más. Decepcionado quizás. Película de poli que investiga
oscuros hechos. Colores grises en cielos plomizos de tierras americanas. Demonios
reales o inventados. Es sábado y mucha gente en las salas. También en el Lara
que en su sala off muestra Aislados. Obra de dos y para dos actores que no
paran de hablar intentando hacer reír al público. Y a fe que lo consiguen. No hay
nada más difícil. Aplausos para ellos. Las calles siguen animadas en la
madrugada de un domingo que no lo será tal, víspera de festivo. Es la fiesta de
la hispanidad, o nacional, no se sabe cómo llamar a las cosas para no herir
susceptibilidades y levantar pasiones. Síntoma de nación de naciones o de país que
no se pone de acuerdo ni en lo básico. Y el Museo de América, alejado del
mundanal ruido, en Ciudad Universitaria, que despierta libre de alumnos, es un
buen sitio para pasear, al que ni siquiera la gratuidad de la visita lleva más
público. El museo tiene de todo y bien puesto. Ideal para niños o jóvenes o
para adultos que quieran aprender. Organizado temáticamente en dos plantas
repletas de espacios y vitrinas que descubren historia, sociedad y realidad de
aquel continente. Me sorprenden las escenas de mestizajes que se repiten en
diversos autores que retratan en lienzos escenas de hombre, mujer y descendientes,
y que pretendían mostrar y nombrar las diferentes mezclas raciales que se iban
estableciendo. Modelos para estratificar la sociedad y también para reflejar
costumbres y usos de la época. También espacio para descubrir que en la
expedición de Malaspina, de 1788, viajaba el pintor Juan Ravenet, italiano,
encargado de plasmar gráficamente aquello que se fuera viendo. Un par de
trabajos aparecen entre las vitrinas. Uno de ellos es el de la Mulata de
Manila. Lápiz de otro tiempo sobre papel, dos siglos hace ya de aquello, pero el
resultado es espectáculo, también.
Berenjenas rebozadas
-
Asar las berenjenas enteras en el horno. Dejar que se enfríen y quitarles
la piel dejando la parte de arriba como en la foto. Hacerles unos cortes y
estend...
Hace 4 semanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario