viernes, 4 de septiembre de 2015

ecos



Me gusta ver los aviones despegar entre ruidos de motores. Se distingue la aerolínea en el ascenso mientras algunos pasajeros se agarran al posa manos y rezan para que nada pase. El milagro de la tecnología. Ahí, en el campo, con la T4 de Barajas a la vista. Hace años todo eran campos. Yo solía ir de vez en cuando, íbamos al pinar y subíamos a lo mas alto para ver la perplejidad en sus caras. La sorpresa de un niño no tiene precio. Esos aviones de antaño no venían de la T4. Los campos se transformaron en una pista larga que divide las instalaciones de la nueva terminal en dos. Se podría llegar hasta una valla paralela a metros del asfalto. Hoy el pinar está vacío. Antes era un lugar de esparcimiento. Y sigue estando preparado para ello pero los cambios cegaron el acceso por carretera y no hay un parking como tal. Las mesas esperan comensales. Pinos altos y bajos. La ermita blanca y cerrada con ventanas cegadas. Se supone que el Santo Isidro estará dentro. Se puede llegar caminando siguiendo una ruta, saludable la llama el ayuntamiento de Alcobendas, que atraviesa fincas por camino poco acondicionado, mas bien inmundo. En fin, cosas del progreso y del paso del tiempo. Ecos de manta en el suelo y pasos inestables. Ecos de bocadillo o tortilla, ecos de días de asueto. También otros ecos vienen de la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de Colmenar. Una pista para andar la une con el pueblo. Acabaron las fiestas el día anterior y la imagen volvió a su ubicación habitual. El mirador hacia la sierra es magnífico. La Maliciosa, la Bola y el embalse de Santillana llegando a la orilla de Manzanares. Sopla el viento. La necrópolis visigoda muestra varios enterramientos vacíos. La ermita recibe visitantes. Algunas escenas de El Cid se rodaron aquí. Charlton Heston y una esplendida Sofía Loren en el papel de Doña Jimena. Un panel lo atestigua. Otros ecos en la Dehesa de la Villa. Cuesta abajo en pendiente, camino harto repetido. Francos Rodriguez y Bravo Murillo de paseo. La música no tapa el ruido ambiente. En la Dehesa el silencio. Aires de septiembre, de mañana mas fresca y de jóvenes en busca de notas y de futuro. Caminantes en busca de su trabajo o en busca de nada. Sólo pasear ya puede ser un placer.

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