Pueblo fantasma. Las minas se acabaron y se quedaron las sombras. Las maderas
al sol. Algunas se curvan pero no se caen. Los cristales todavía permanecen. Imaginemos
como era la vida. Y sol arrebatador. Y polvo de los
alrededores. Ganarse la vida en cualquier sitio. De eso se trata. Tuvo su auge
y cayó. Es Bodie, California. Es verano del 92, donde las imágenes no eran
digitales.
sábado, 8 de noviembre de 2014
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