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batalla de vitoria
No sin cierta polémica entre los partidos políticos,
al fin y al cabo la batalla de Vitoria se libra por la independencia de España
y algunos tienen sarpullidos con sólo escuchar las sílabas, se viene celebrando
en la capital alavesa el bicentenario de aquella confrontación (junio de 1813).
Algunos se vuelven pacifistas ahora, cuando hace poco jaleaban los asesinatos. Y
ahora no les gustan las batallitas. En fin, hay de todo en la viña de la creación
y los actos mas importantes ya se llevaron a cabo. Permanece en la Fundación
Vital Kutxa de la calle Postas una exposición muy interesante sobre el tema.
Audiovisuales, cartas, objetos, armas y pinturas llenan paredes y vitrinas para
dar una idea de qué significó dicha batalla dentro del desarrollo de la guerra.
Complementa la muestra un periódico que alumnos de bachiller del colegio Urkide
han realizado con las noticias de la batalla. Muy buen trabajo. Los protagonistas
principales son dos, el General Alava y el Duque de Wellington, ambos al mando
de la coalición que derrotó a las tropas francesas en su huída a Francia. Del general
se habla de su participación en otras grandes batallas como Trafalgar o
Waterloo y cobran vida sus cartas de todo tipo, como en las que pide por carta
al alcalde que repiquen las campanas de la ciudad en agradecimiento a victorias
posteriores sobre los franceses. O como la que envía un año antes pidiendo
auxilio y empleo para cuatro sacerdotes. Existen también maquetas que recogen
los movimientos y luchas que abarcan un número importante de los municipios que
rodean la ciudad alavesa. Me sorprende una carta encriptada, de la que sólo se
ven números inconexos, fechada en 1815. Otros destacados protagonistas también
tienen su espacio como Fernando VII o José Bonaparte del que se cuenta su
relación con la Marquesa de Montehermoso, con la que dicen inició una relación
en Vitoria, con quién se traslada a Madrid para huir luego juntos a Francia
antes de la decisiva batalla aunque parece que el amor se rompe poco después.
En fin, datos y mas datos para los amantes de la historia, como el que refleja
que en algún momento del conflicto había mas soldados franceses en Vitoria que
habitantes. Por último una queja, está fuera de lugar el frío absurdo que se
pasa visitando la exposición, impropio de una ciudad como Vitoria, donde el
verano no es precisamente sinónimo de calor.
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