sábado, 14 de abril de 2012

14 de abril

Dice el escritor Eduardo Mendoza que este es un país pobre y cutre. Algunos no entran en la categoría de pobres, aquellos que son capaces de pagar miles de euros por matar un elefante. El animal yace ahí con el ojo abierto, pero muerto, claro, delante de sus cazadores, Rey y ayudante. Los de la casa real tienen querencia por las escopetas, que se lo pregunten al nieto del monarca. Debe ser que les sobra el tiempo y su ocio se dispara hacia aficiones feudales de toda la vida. Mientras los mortales se empeñan en trabajar o en buscar trabajo otros van de finca a reserva y de reserva a finca. Claro que la edad no perdona. Claro está también que cada uno hace con su dinero lo que quiere, pero parte de la oreja izquierda de ese elefante, un trocito de lóbulo en estado rigor mortis es mío, mis impuestos me ha costado. En fin, la república se acerca, esa en que podremos echar al Presidente si no nos gusta, Vivas a ella y viva sin escopetas.

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