viernes, 11 de marzo de 2011

los subterráneos

Preguntas, siempre preguntas. La búsqueda es interrogación. “Seguía buscando, buscando de por vida,…, y siempre buscamos a los que realmente no nos buscan”. Jack Kerouac murió joven, 47 años. Me hubiera gustado preguntarle algo en una reunión de esas que se organizan entre autores y público, algo como: ¿de dónde viene la desdicha del niño que, en la casa de lo alto de la colina, anhela que el domingo termine de una vez? Largo monólogo interior, que se convierte en diálogo, a veces. Verbena de palabras, sentimientos circulares en un mundo de pasión, ajeno a todos. Su propio mundo, de arte y amistad. Y donde aparece lo que siempre se espera. Inmensa historia de amor, en suma.
Los subterráneos (Jack Kerouac).1958

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