Ignacio Sánchez Mejías, persona polifacética, dramaturgo, periodista, pero sobre todo torero, se dejó la vida a los 43 años en la plaza de Manzanares. Su amigo, García Lorca, le dedicó uno de sus poemas. Los manuscritos de su novela han sido editados muchos años después de la muerte del autor por el catedrático de literatura Andrés Amorós, novela que a los ojos del lector parece inacabada. Esbozos del joven que quiere triunfar, venido de la nada, retazos del mundo del toreo, amigo del triunfador y cruel con el perdedor, lleno de envidias y amores románticos. La novela podría continuar por cualquier vía. Quizás fue interrumpida por la aventura de jugarse la vida en cada tarde de sol y sombra recibiendo sentado al toro. En un país como el nuestro, de amplia tradición taurina, escasea la ficción sobre dicho entorno, por eso, el testimonio es importante, y más, viniendo de alguien que lo noveló con conocimiento de causa.
La amargura del triunfo. Ignacio Sanchez Mejías. 2009
Pastel de manzana en Airfriyer
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Batir 1 huevo, un chorrito de aceite, otro mas grande de leche, una
cucharada de Royal y harina hasta que quede una crema. Pelar una manzana y
cortarla en ...
Hace 13 horas
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