sábado, 7 de noviembre de 2009

estar para opinar

Qué manía tenemos los humanos de, partiendo de estereotipos y comentarios de todo pelo, opinar sobre las realidades cotidianas y sociales de otros países, o incluso de ciudades de aquí al lado, que nunca hemos visitado o solo de pasada, en plan monumento. Julián Marías se atrevió con este libro después de vivir un par de años en los Estados Unidos, no una visita, una “vida suspendida” como él la define, sino viviendo, conviviendo con todas las de las ley, con vecinos, compañeros de profesión, etcétera, lo que después te permite opinar de verdad. Pues bien, aún 53 años después, la lectura es deliciosa para derribar tantos tópicos y sobre todo para reflexionar sobre las diferencias o las semejanzas que tenemos. Me quedo con un tema que ya planteaba él por aquellos años. Lo que nosotros tanto echábamos en cara a ellos, su obsesión consumista, ahora la tenemos también aquí, copiada no, fusilada, extrapolada, proliferan como setas los centros comerciales que ellos inventaron, no sé qué harían muchos sin ellos los fines de semana, o a diario. Pues bien, comercio para comprar, compra de objetos, que él define como un gran consuelo. Obsesión por acumular, por la novedad, ¿con qué objeto? Marías da su respuesta, “Sirve, sobre todo, para no pensar en la muerte”. Ahora extraiga usted sus propias conclusiones.

Los Estados Unidos en escorzo. Julián Marías. 1956

No hay comentarios: