viernes, 23 de octubre de 2009

manifestación

El pasado fin de semana estuvo plagado de manifestaciones; dejando a un lado el ridículo baile de cifras que lleva a hablar de cifras de 200.000 o de dos millones de personas en la misma zona, lo cual no deja en muy buen lugar a más de uno, vayamos a la utilidad práctica de éstas. Yo diría que ninguna. Aparte de participar del entorno festivo en el que se suelen celebrar y de la idea de masa que comparte una idea, autoafirmando la “razón” de los individuos, nada de nada. ¿Nos acordamos del no a la guerra?, aquella manifestación que batió records antes de empezar a bombardear Irak. Para nada. En Madrid, los anti abortistas, hipócritas en grado sumo, cuando el partido al que supuestamente votarían muchos de ellos permitió miles de abortos en dos legislaturas. En el norte, los batasunos y aquellos que se les sumaron, no por simpatía, sino por miedo a que apunten contra ellos, con lo de siempre, bajo un gran lema genérico, que al revés que los medicamentos de tal nombre, no cura, sino que confunde: “A favor de la libertad. Todos los derechos para todas las personas”. Pues sí, los asesinos o complices tienen derecho a vivir, pero no a vivir en libertad. En fin, que la manifestación mas sensata la protagonizaron 3000 personas en Madrid, es decir cuatro gatos, para protestar contra la pobreza; aunque tampoco valga para nada. Bueno, que todos aquellos que se manifiestan también lo hagan a la hora de votar, intento de pragmatismo, porque todo lo demás empieza a sonar vacío, hueco, tremendista e inútil, ganas de lucir palmito y de dar palmadas una tarde de sábado.

No hay comentarios: