martes, 10 de marzo de 2009

helen lieberman

Helen Lieberman trabajaba como logopeda en un hospital de Ciudad del Cabo, ciudadana de raza blanca, decidió hace muchos años ir a buscar a un niño negro a un suburbio donde nadie de su raza se atrevía a entrar, sabiendo que éste necesitaba ayuda. Esa visita alteró su visión del régimen racista en el que vivía, y alteró su papel en la historia. Contra viento y marea se dedicó a ayudar a las victimas del apartheid, poniendo en riesgo su vida. De ese impulso inicial nació posteriormente una organización que sigue hoy en día intentando ayudar a los más desfavorecidos (www.ikamva.org). Uno de los causantes de que los desfavorecidos continuaran en tal condición fue John Vorster, primer ministro de Sudáfrica entre 1966 y 1978, ferviente defensor de la política racista y responsable de múltiples barbaridades contra la población negra. Dos ejemplos muy opuestos de cómo la vida puede ser vivida.

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