sábado, 27 de diciembre de 2025

abrazo

El Potaje tenía un coche de caballos en el que yo monté una noche que era buena para que mi madre viera a su madre. Mi padre lo alquiló, y ahí fuimos los cuatro. Hacía frío y los cascos del caballo, solo llevaba uno, resonaban en el empedrado. Relinchaba, agitaba la cabeza a derecha e izquierda, yo no sabía lo que pasaba ni lo que iba a pasar días mas tarde, solo sé que al bajar del coche descubierto hubo un abrazo entre mi madre y su madre que duró mucho tiempo, más del que yo sabía contar, yo las miraba y las volvía a mirar pero el abrazo seguía. Cuando se separaron se tomaron de las manos y entraron juntas a la casa baja de la calle la Caba, una vez estuvimos todos dentro cerraron la puerta.

No hay comentarios: